Restauración de la fertilidad después del uso prolongado de esteroides anabólicos: Una comparación entre HCG y HMG

Al discutir maneras de mantener la salud testicular, el tamaño y la fertilidad durante un régimen hormonal o terapia, HCG suele encabezar la lista de recomendaciones.

Su eficiencia es innegable, ya que la mayoría de los individuos tienen éxito en prevenir o revertir la atrofia testicular y una disminución en la producción de esperma. Sin embargo, hay casos en los que HCG podría no ser lo suficientemente potente.

Para aquellos que han seguido regímenes rigurosos de esteroides anabólicos sin incorporar HCG durante largos periodos, recurrir a HMG podría ser la solución.

Distinguir HCG de HMG

HCG, encontrada predominantemente en la orina de mujeres embarazadas (aunque también presente en pequeñas cantidades en las glándulas pituitarias de los hombres), funciona como contraparte de LH (Hormona Luteinizante).

LH es la hormona crucial que estimula la producción de testosterona, lo que a su vez promueve la producción de esperma. Por lo tanto, al introducir HCG, los individuos pueden sustituir su LH natural (inhibida por esteroides anabólicos) y reactivar la actividad testicular.

Por otro lado, HMG, obtenida de la orina de mujeres que han pasado por la menopausia, ofrece una mezcla de hormonas peptídicas. A diferencia de HCG, que se asemeja a LH, HMG proporciona tanto LH como FSH.

Mientras que LH puede inducir la producción de esperma aumentando los niveles de testosterona, FSH (Hormona Folículo Estimulante) es el principal potenciador de la generación de esperma y la fertilidad. Por lo tanto, para aquellos gravemente afectados, HMG a menudo resulta más efectivo que HCG.

La elección ideal y las pautas de uso

El objetivo siempre debe ser evitar la necesidad de HMG. Esto se puede lograr incorporando proactivamente HCG durante los regímenes de esteroides, asegurando que nunca ocurra una supresión grave y esterilización.

Para aquellos indiferentes a la fertilidad, esta guía podría no ser relevante. Sin embargo, si se someten a tratamientos hormonales o regímenes anabólicos rigurosos con aspiraciones futuras de ser padres, se aconseja una dosis semanal de alrededor de 1000iu de HCG (administrada como 500iu cada pocos días). Esto asegura una actividad testicular constante, mantiene la fertilidad y simplifica la posible transición fuera de los tratamientos hormonales.

Una consideración clave es que combinar HCG con tratamientos hormonales puede elevar los niveles de estradiol. Como medida preventiva, se recomienda reducir la dosis de testosterona o, si es absolutamente esencial, introducir un agente de control de estradiol.

Para los individuos que han estado involucrados en tratamientos hormonales extensos sin HCG, hay una probabilidad de reducción significativa de la fertilidad. Es aconsejable someterse a exámenes médicos necesarios, incluyendo pruebas de esperma, para evaluar los niveles de fertilidad.

En caso de reducción de la fertilidad, considere introducir HCG en dosis de 500iu cada día alternativo combinado con una dosis diaria de Enclomiphene durante unas seis semanas. Después de este período, es necesario realizar una prueba de esperma de seguimiento. Si no se logran los resultados deseados, considere cambiar a un régimen de HMG (administrado dos veces por semana) combinado con la dosis previamente mencionada de Enclomiphene, omitiendo el HCG.