La Evolución de las Drogas para Mejorar el Rendimiento (PEDs) en el Culturismo

La idea de que una única hormona endógena era responsable del desarrollo de las características masculinas tiene una larga historia, que se remonta a miles de años en diversas culturas que vinculaban la masculinidad a los testículos. Sin embargo, no fue hasta 1849 que esta teoría ganó credibilidad científica. El Dr. Berthold, un científico alemán, realizó experimentos para evaluar los efectos de la castración en gallos inmaduros, lo que llevó a la hipótesis de que las secreciones testiculares desempeñaban un papel en el comportamiento agresivo.

Hitos Clave en la Investigación de Hormonas

  • 1931: Adolf Butenandt aísla el primer andrógeno masculino, androsterona.
  • 1935: La testosterona se aísla y sintetiza a partir del colesterol.
  • 1939: Discusión sobre estimulantes en el deporte por el Autor Boje.

Avanzamos rápidamente hasta 1931, cuando Adolf Butenandt logró un hito significativo al aislar el primer andrógeno masculino, la androsterona. Esta hormona se extrajo de asombrosos 15,000 litros de orina donada por la fuerza policial vienesa. Aunque la androsterona no poseía la potencia anabólica y androgénica de la testosterona, su descubrimiento fue un paso crucial en la dirección correcta, insinuando el potencial de las hormonas en el ámbito de la medicina y el mejoramiento del rendimiento. Solo unos pocos años después, en 1935, se aisló y sintetizó la testosterona a partir del colesterol, consolidando su posición como una hormona clave.

En 1939, el Autor Boje discutió el uso generalizado de estimulantes en el deporte, sugiriendo una creencia en el potencial de la testosterona para mejorar el rendimiento. Sin embargo, también advirtió sobre los posibles riesgos para la salud asociados con esta hormona.

El Surgimiento de Gigantes Farmacéuticos en la Década de 1940

La década de 1940 presenció el surgimiento de gigantes farmacéuticos como Searle y Ciba, impulsados principalmente por el lucro. Se sintetizaron muchos esteroides nuevos durante esta época, pero solo una pequeña fracción de ellos eventualmente se fabricaría y vendería como medicamentos recetados. Al mismo tiempo, los esfuerzos de investigación para obtener la Hormona del Crecimiento (GH) para tratar a niños deficientes en GH comenzaron, centrándose inicialmente en primates. Esta investigación llevó a la purificación de la GH bovina y porcina, pero estas versiones de la hormona mostraron una actividad bioquímica o metabólica limitada en los humanos.

Introducción de la GH Cadavérica

Con la realización de que la GH derivada de animales era ineficaz en los humanos y la estructura química de la GH aún era un misterio, el siguiente paso lógico fue extraer la hormona de las glándulas pituitarias de personas fallecidas. Este avance se informó por primera vez en 1956, dando lugar a la introducción de la GH cadavérica como el tratamiento principal de GH durante casi tres décadas. Sin embargo, no fue hasta 1972 que se reveló la estructura química de la GH, preparando el terreno para su síntesis en los años venideros.

La GH en el Culturismo: Un Ascenso Lento a la Prominencia

A pesar de los numerosos beneficios para mejorar el rendimiento de la GH, esta permaneció relativamente oscura en la comunidad del culturismo durante la década de 1970. Esto contrastaba notablemente con el uso generalizado de Esteroides Androgénicos Anabólicos (AAS), que ya habían tenido un impacto significativo. Varios factores contribuyeron a esta disparidad, incluida la disponibilidad limitada de la GH, su alto costo y la conciencia pública relativamente baja sobre la droga. Como resultado, la GH estuvo en gran medida ausente de la escena del culturismo durante casi 35 años después de su introducción inicial.

Uso de Esteroides Durante la Década de 1970

Antes de profundizar más en la década de 1980, es esencial volver al estado del uso de esteroides durante la década de 1970. Aunque mucho ha cambiado en el mundo del culturismo desde entonces, algunos aspectos se han mantenido consistentes. Esteroides como el metandrostenolona (Dianabol), la testosterona (en diversas ésteres y formas de suspensión), la nandrolona (Deca y NPP), la oxandrolona (Anavar), el estanozolol (Winstrol), la oximetolona (Anadrol), la fluoximesterona (Halotestin) y otros AAS eran tan prevalentes en ese entonces como lo son hoy. Incluso drogas como la trembolona (como Parabolan) y la metenolona (Primobolan) eran relativamente accesibles. Además, algunos compuestos exóticos que solo estaban disponibles a través de compañías farmacéuticas durante esa época añadieron una dimensión única a los esteroides disponibles. Estos AAS tradicionales han mantenido su popularidad a lo largo de los años. Sin embargo, hubo diferencias notables en cómo se usaban estas drogas y cuáles eran las favoritas.

El Papel de Dianabol en la Era Dorada

Aunque la testosterona forma la base de la mayoría de los ciclos de esteroides hoy en día, fue el Dianabol el que ocupó esta posición en la Era Dorada del culturismo. La popularidad de Dianabol durante ese tiempo no puede exagerarse. Era el esteroide principal para construir masa y servía como la piedra angular de casi cada ciclo de esteroides, ya sea para aumentar en la temporada baja o prepararse para una competencia. A menudo se usaba como un esteroide independiente y era la opción más recomendada para los usuarios novatos. Además, los ciclos de Dianabol generalmente se extendían por períodos más largos en comparación con las prácticas contemporáneas, con ciclos que variaban de 12 a 20 semanas siendo comunes y las dosis variando entre 10 a 100+ mg por día.

Combinaciones Comunes de Esteroides y Prácticas

Dianabol se combinaba con frecuencia con Deca o Primobolan en dosis semanales que iban de 300 a 600 mg. Anadrol a veces se usaba como sustituto de Dianabol, pero no era tan favorecido. Esteroides orales como Winstrol y Anavar encontraron uso común en preparativos previos a la competencia, especialmente hacia fines de la década de 1970. Sorprendentemente, la testosterona no se usaba tan ampliamente durante este período, a pesar de estar disponible en varias formas como propionato de testosterona, cipionato de testosterona, enantato de testosterona y suspensión de testosterona. Existía una concepción errónea prevalente sobre la seguridad de la testosterona debido a su aromatización en estrógeno. Esta percepción, junto con la ausencia de inhibidores de la aromatasa en ese momento, desalentaba su uso a dosis más altas. En cambio, la testosterona se usaba comúnmente como un compuesto base, apoyando otros esteroides en un ciclo, en lugar de ser el agente anabólico principal.

Gestión de Efectos Secundarios Estrogénicos

En ausencia de inhibidores de aromatasa efectivos, el uso de testosterona a dosis elevadas presentaba problemas significativos relacionados con efectos secundarios estrogénicos como retención de agua y ginecomastia. El uso de moduladores selectivos de receptores de estrógeno (SERMs) como tamoxifeno (Nolvadex) y clomifeno (Clomid) era relativamente común para gestionar estos efectos secundarios estrogénicos. Además, la posibilidad de retención excesiva de líquidos se abordaba mediante la inclusión de diuréticos, que se usaban típicamente en las últimas semanas previas a una competencia.

Insulina: Un Nuevo Actor en el Mejoramiento del Rendimiento

Esta época también presenció la aparición de la insulina como una ayuda para mejorar el rendimiento. Aunque eventualmente fue ampliamente aceptada y utilizada, su introducción inicialmente encontró escepticismo. Las preocupaciones principales giraban en torno a los riesgos potenciales asociados con el uso indebido de la insulina. Sin embargo, a medida que el conocimiento y la comprensión de la insulina mejoraron, su uso se expandió y se convirtió en un componente estándar del kit del culturista.

La Década de 1980: Una Nueva Era en el Culturismo

A medida que avanzamos hacia la década de 1980, el panorama del culturismo y de las drogas para mejorar el rendimiento continuó evolucionando. El uso de GH y la insulina ganaron considerable tracción, contribuyendo significativamente a las enormes ganancias de tamaño vistas en esa época. Estos desarrollos marcaron una partida significativa de las prácticas de la década de 1970 y sentaron las bases para avances adicionales en los años venideros.

En resumen, la evolución de las drogas para mejorar el rendimiento en el culturismo refleja una búsqueda continua de mejora del rendimiento. Los atletas y los científicos por igual han explorado nuevos horizontes en la búsqueda de la excelencia física, con cada década aportando desarrollos y desafíos únicos al deporte.