Desbloqueando el Potencial del Hormona del Crecimiento para la Hipertrofia

En este artículo, exploraremos el fascinante mundo de usar la hormona del crecimiento para desbloquear tu máximo potencial de hipertrofia. Si estás ansioso por sumergirte directamente en aplicaciones prácticas, siéntete libre de pasar a la sección de "aplicaciones prácticas" al final.

Imagina tener un método altamente efectivo para dejar a los fisicoculturistas intrigados e impresionados. Simplemente menciona algo como esto:

"La hormona del crecimiento conduce a un aumento significativo en la masa magra corporal y es altamente anabólica, pero no crece directamente el tejido muscular esquelético."

A lo largo de este artículo, explicaremos cómo esta declaración aparentemente paradójica es verdadera. Para preparar el escenario, hablaremos sobre AAS y su sinergia con GH, con referencias ocasionales a la insulina. Para una exploración más profunda de GH + insulina, creemos que merece su propio artículo dedicado debido a sus complejidades intrincadas. Mantendremos la discusión centrada principalmente en los fundamentos básicos. A menos que se indique lo contrario, nos referimos tanto a la hormona del crecimiento endógena como a la recombinante de grado FDA.

Ten en cuenta que este artículo está destinado a una audiencia masculina. Los hombres tienden a mostrar respuestas anabólicas más pronunciadas a la suplementación con GH que las mujeres, ya que los efectos de GH son altamente sexualmente dimórficos. Dejaremos un artículo más orientado a las mujeres para otro momento.

Comprendiendo el Anabolismo y el Crecimiento Muscular

Antes de continuar, aclaremos algunas definiciones esenciales: anabolismo, hipertrofia e hiperplasia. Estos términos se usan a menudo indistintamente, pero tienen significados distintos. El anabolismo se refiere a un estado donde el nitrógeno se retiene positivamente en la masa magra corporal, ya sea a través de una síntesis proteica mejorada o una proteólisis suprimida (descomposición de proteínas). Ten en cuenta que las mediciones de masa magra corporal tienen en cuenta el agua total y libre, que se sabe que aumenta la GH. Por lo tanto, un aumento en la masa magra corporal no se traduce necesariamente en un aumento en el tejido muscular esquelético.

Cuando hablamos de expandir la masa muscular esquelética, nos referimos principalmente a dos mecanismos principales: hipertrofia e hiperplasia.

Hipertrofia implica un aumento en la masa muscular esquelética mediante el agrandamiento de la sección transversal de las fibras musculares existentes. Factores como la tensión mecánica, el daño muscular y el estrés metabólico contribuyen a la hipertrofia inducida por el ejercicio, que es de particular interés para los fisicoculturistas.

Por otro lado, hiperplasia implica un aumento en la masa muscular mediante la multiplicación de las fibras musculares. Aunque ha habido estudios en animales que sugieren la posibilidad de hiperplasia, sigue siendo especulativo si esto ocurre en los humanos. Incluso si ocurre, probablemente desempeñe un papel menor en la ganancia total de masa. Las afirmaciones de que la GH induce la hiperplasia deben tomarse con escepticismo.

Descubriendo la "Hormona del Crecimiento"

Ha pasado más de un siglo desde que Harvey Cushing propuso por primera vez la existencia de una "hormona del crecimiento". En la década de 1940, se aisló, identificó y extrajo la hormona del crecimiento de la glándula pituitaria humana. En la década siguiente, surgió una hipótesis crucial que sugería que podría no ser la GH en sí misma, sino un grupo de factores séricos controlados por la GH, los responsables del crecimiento. Estos factores se denominaron más tarde factores de sulfatación, indicando sustancias influenciadas por la GH que facilitaban la absorción de sulfato en el cartílago y los tejidos. Esta hipótesis buscaba conciliar cómo el crecimiento somático estaba regulado por una sustancia secretada por la pituitaria que no promovía directamente el crecimiento en los tejidos diana.