Introducción:

En la comunidad de culturismo, las discusiones a menudo giran en torno a los efectos positivos y perjudiciales de los Esteroides Androgénicos Anabólicos (EAA). Un aspecto que merece más atención es el impacto del uso de EAA en la función tiroidea. Este artículo profundiza en los datos sobre la intrincada relación entre los EAA y las hormonas tiroideas endógenas y explora los posibles beneficios de incorporar dosis bajas de hormonas tiroideas exógenas durante los ciclos de EAA.

El Impacto de los EAA en la Producción de Hormonas Tiroideas:

Los EAA ejercen una influencia multifacética en la regulación de las hormonas tiroideas dentro del cuerpo, con resultados que varían entre individuos. Cuando se exponen a los EAA, ocurren varios cambios fisiológicos que afectan la secreción y conversión de las hormonas tiroideas.

  1. Supresión de la Hormona Estimulante de la Tiroides (TSH): Los EAA pueden suprimir la secreción de la Hormona Estimulante de la Tiroides (TSH) desde la glándula pituitaria, que sirve como el estímulo principal para la producción y liberación de hormonas tiroideas, incluyendo la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), desde la glándula tiroides. La reducción de la secreción de TSH conduce a niveles disminuidos de T3 y T4 en la sangre, lo que podría resultar en hipotiroidismo.
  2. Alteración de la Conversión de T4 a T3: T4 es la forma primaria de hormona tiroidea producida por la glándula tiroides, pero es menos biológicamente activa que la T3. La conversión de T4 a T3 es un paso crítico en la regulación metabólica, ya que la T3 es la forma activa de la hormona tiroidea que estimula los procesos metabólicos. Los EAA pueden interferir con esta conversión, provocando niveles disminuidos de T3 activa en el torrente sanguíneo y una tasa metabólica reducida.

Es importante tener en cuenta que el impacto de los esteroides anabólicos en las hormonas tiroideas puede variar según factores como la dosis, la duración del uso, la respuesta genética y el tipo específico de EAA utilizado. Por ejemplo, el estanozolol (Winstrol) ha demostrado tener un impacto más significativo en las hormonas tiroideas que otros esteroides.

Estos efectos negativos pueden contribuir al hipotiroidismo y a una tasa metabólica reducida, lo que dificulta que los usuarios eliminen el exceso de grasa corporal.

Solución Propuesta:

Teniendo en cuenta el potencial de los EAA para empeorar la función tiroidea, tiene sentido que los usuarios de EAA consideren incorporar T3 en sus ciclos de definición.

Mientras que algunos culturistas optan por dosis altas de T3 durante los ciclos de definición para acelerar la pérdida de grasa, este enfoque conlleva riesgos sustanciales para la salud, incluyendo un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Sin embargo, el uso de una dosis más baja de T3 puede ser suficiente para contrarrestar el impacto negativo de los EAA en la producción tiroidea endógena sin estos efectos secundarios adicionales.

Para los culturistas avanzados que ya utilizan dosis altas de T3 en sus ciclos de definición, no es necesario tomar ninguna medida adicional.

Para aquellos que no estén dispuestos o preparados para tomar dosis altas de T3 pero que aún buscan optimizar la función tiroidea durante los ciclos de EAA, una dosis diaria de 12.5 a 25 mcg de T3 puede ser una opción adecuada.

Es importante destacar que, independientemente de la dosis de T3 utilizada, la producción tiroidea endógena se verá suprimida por el cese de la estimulación de TSH. Afortunadamente, no se requiere terapia post ciclo (TPC) para las hormonas tiroideas, ya que suelen recuperarse en un par de semanas. Sin embargo, es aconsejable tener precaución con la ingesta dietética inmediatamente después de suspender el uso de T3.

Conclusión:

En conclusión, los EAA pueden afectar negativamente la producción tiroidea, dificultando los objetivos de los culturistas que dependen de Drogas Mejoradoras del Rendimiento (DMR). La incorporación de hormonas tiroideas durante los ciclos de definición puede proporcionar beneficios sustanciales para las personas que buscan optimizar el uso de DMR. La consideración cuidadosa de la dosis de T3, junto con la comprensión de su impacto en la función tiroidea endógena, puede ayudar a los culturistas a alcanzar los resultados deseados minimizando los riesgos para la salud asociados.